domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Apagar o dejar encendido el fluorescente?


Popularmente existe la creencia de que hay determinados tipos de iluminación (fluorescentes),  en los que es más rentable, económica y energéticamente,no apagarlos cuando vamos a tener que utilizarlos dentro de poco.

Ese mito está fundamentado en dos razonamientos:
  1. Se consume más energía durante el encendido del fluorescente que en su funcionamiento durante un prolongado período de tiempo.
  2. La vida útil del fluorescente se reduce si lo apagamos y encendemos muchas veces.

Primero tenemos que tener claro una serie de datos sobre el tubo fluorescente:
  •    Potencia: 18W. Para un tubo de los que se suelen usar en una cocina.
  •    Precio: 5€ (4€ tubo + 1€ cebador).
  •    Precio electricidad: 0,17€ kW/h (Incluidos impuestos y recargos varios)


Veamos que sucede con los dos razonamientos anteriormente citados:

1.  Para que un tubo fluorescente se encienda es necesario administrarle más potencia eléctrica que la que se necesita para que siga iluminando una vez encendido. Unas cinco veces más. Es un dato que tengo que revisar pero, rondará los 80 W, frente a los 18W de consumo nominal. Si estimamos que el encendido dura unos segundos, vamos a poner que 5s, y el consumo es cinco veces superior a cuando está funcionando, nos compensará no apagarlo cuando el tiempo que va a estar apagado es inferior a cinco veces lo que tarda en encenderse. Luego unos 25 segundos. O sea, que si vamos a salir y a volver a la habitación en menos de 25 segundos, nos compensará energéticamente mantenerlo encendido. En todos los demás casos, hay que apagarlo.

2.  Este punto es muchísimo más complicado de solucionar. En el influyen varios factores y no he encontrado datos empíricos actualizados cómo para poder hacer un estudio totalmente fiable. Los tubos fluorescentes tienen una particularidad y es que su vida, en horas de funcionamiento, depende mucho del tiempo que transcurra entre un encendido y otro. Así, si los apagamos y encendemos repetidas veces en períodos cortos de tiempo, durarán menos que si no los apagamos nunca o ha transcurrido más tiempo entre el apagado y el encendido. En las fuentes que he consultado el asunto se lía bastante, pero me quedo con el dato de que un tubo que apaguemos y encendamos una vez al día, durará tres veces más que uno que apaguemos y encendamos cada media hora y que cada vez que lo encendemos acortamos su vida un 0.0083%.
La vida media de un tubo fluorescente normal es de entre 3000 y 5000 horas (cojamos 4.000). Luego el coste de cada hora que está encendido (sin contar el gasto eléctrico) es de:
Precio del tubo/Vida del tubo= 5€/4000 horas= 0.00125€/hora.
Cada vez que lo encendemos, acortamos su vida un 0.0083%, por lo tanto:
4000 horas de vida * 0.0083%= 0.332 horas (unos 20 minutos)
0.332 horas * 0.00125 €/hora = 0.00042 €
Luego cada vez que lo encendemos, nos cuesta 0.00042€ en término de reducción de la vida útil del tubo.
Sólo nos faltaría calcular cuánto tiempo tiene que estar encendido el tubo para consumir en dinero lo mismo que nos cuesta encenderlo y apagarlo. El consumo total de tubo será la suma de la electricidad que consume y de lo que cuesta el tubo, por unidad de tiempo:
  • Consumo eléctrico= 0.018 kW/h (18 W/h) * 0.17 €/kW/h = 0.00306 €/h
  • Coste del tubo=0.00125 €/h
  • Coste total= 0.00306 + 0.00125 = 0.00431 €/h
Dividiendo lo que cuesta encenderlo y apagarlo, entre lo que consume:
0.00042 € / 0.00431 €/h = 0.1 horas =6 minutos

Económicamente nos compensará dejarlo encendido cuando vayamos a estar fuera de la habitación menos de 6 minutos.

En este vídeo, del interesante programa "Cazadores de mitos", se aborda este tema:



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